Ubicada en el sexto nivel de una sede de la Universidad Andina del Cusco, la cafetería adopta un sistema de autoservicio. El acceso principal está centrado, con la cocina dispuesta al lado izquierdo, equipada para la preparación básica de alimentos o el uso de dispensadores automáticos. A la derecha del ingreso, se propone un conjunto de muebles hexagonales en madera y tela, organizados radialmente en torno a un muro cortina curvo. Esta disposición permite maximizar las visuales hacia la Alameda Pachacútec y el paisaje urbano de la ciudad del Cusco.
En cuanto a la materialidad, se plantea el uso de cemento expuesto y baldosas hexagonales en tonos claros y azul institucional, en sintonía con la identidad visual de la universidad. Una celosía de madera funciona como elemento divisor y de control visual entre cocina, comedor y pasillo, generando privacidad frente al ascensor contiguo y mitigando la alta circulación peatonal. La propuesta busca, a través de mobiliarios flexibles, fomentar tanto el uso individual como grupal del espacio, adaptándose a diversas dinámicas y necesidades de los usuarios.